Estos días he estado tan ocupada realizando cosas del trabajo, la escuela, la casa y realizando ventas por Internet que me he olvidado de mí, no me he tomado el tiempo para descansar de mí yo en modo trabajador, esto me ha causado una enorme ansiedad, estrés y de cierta forma desinterés porque siento que debo ser la mujer perfecta y todo ello debido a mi nivel de exigencia conmigo misma, porque creía que a pesar del esfuerzo y energía que invertía en hacer ciertas actividades no avanzaba, no tenía ningún tipo de beneficio. Sin embargo, no era así, no me daba cuenta de lo bendecida que soy!!!
A pesar de no tener un auto, casa o carrera terminada, creo que tengo lo necesario por ahora para disfrutar este pedazo de universo que la vida me ha regalado.
Tengo la dicha de respirar un día más, tengo un día para esforzarme en dar unos pasitos y cumplir mis metas y depende solo de mí si sonrío o ando con cara de limón.
¿Cuántas veces haz sentido que no vales nada? que tu esfuerzo no vale la pena o simplemente que no eres merecedor o merecedora de todo lo bueno que te sucede, acostúmbrate a aceptar y disfrutar las cosas buenas que te llegan a suceder, cada una llegó a tu vida con un propósito y depende de ti la actitud en que las recibas.
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